Imagen: Connect Advance – 2021
La crisis social de la actual pandemia ha modificado la vida cotidiana
en casi todos los núcleos urbanos del mundo. Estos cambios están transformando
y revolucionando la forma de pensar, diseñar y habitar las ciudades. Sin
embargo, pensar en el futuro es hablar de acciones y estrategias que deben ser
replanteadas desde ya, pues existe en la población una necesidad imperante de
buscar alternativas que ayuden a potenciar la salud e integridad de las
personas para mitigar los riesgos sanitarios.
Bajo esa perspectiva, acelerar el desarrollo tecnológico es una de las
primeras propuestas que las urbes están implementando para atender las
necesidades poblacionales. Según proyecciones de la Organización de las
Naciones Unidas para el año 2050, el 66% de la población mundial habitará en
ciudades, lo que incentiva a los gobiernos e instituciones a integrar
soluciones que permitan mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Por otro lado, “la incertidumbre sobre los estragos del Covid-19 y sus
evoluciones, han hecho fundamental la necesidad de generar confianza en el
ciudadano hacia las estrategias de sanidad impuestas por los gobiernos, y es
aquí donde las tecnologías de video están jugando un papel importante”, afirmó
Luis Ortega, Director General de Connect Advance.
Bajo este esquema, la videovigilancia inteligente se ha posicionado
como una piedra angular en las estrategias de seguridad para las ciudades hacia
2021. Si bien es cierto esta tecnología ya era utilizada para garantizar la
seguridad física y prevenir los delitos, hoy se está adaptando para robustecer
la seguridad sanitaria y ayudar a las ciudades a ser más resilientes. Este
nuevo enfoque en la vigilancia ha sido la clave para que la población pueda
retornar a sus actividades de forma segura.
Luis Ortega, Director General de Connect Advance, afirma que un ejemplo
se refiere a la planificación urbana de las ciudades para permitir un
distanciamiento social, ya que hay muchas zonas urbanas repletas de vehículos,
congestionamiento y poco espacio para el peatón, por ello los riesgos son
inminentes. Hoy la videovigilancia se ha adaptado para ayudar a las autoridades
a gestionar la movilidad y garantizar el distanciamiento.
“Las cámaras con altavoces integrados permiten enviar mensajes de
alerta cuando detectan que los ciudadanos no cumplen con una distancia
predefinida, a su vez, ayudan a identificar zonas de mayor afluencia de
personas o automóviles para generar estrategias de movilidad que brinden a los
habitantes la garantía para transitar de forma segura”, asegura el experto.
Otro aspecto clave es la utilización de la tecnología de video para
detectar el correcto uso de cubrebocas o mascarillas; actualmente esta medida
de seguridad es el punto de partida para evitar riesgos y las cámaras con
análisis inteligente están ayudando a detectar su uso.
Al respecto, Alejandro Aguirre, National Sales Manager en México &
CCA para Axis Communications en Latinoamérica señala que los altavoces
conectados a la red de seguridad de las ciudades pueden ser de utilidad para
que las cámaras envíen una señal de alerta y se transmita un mensaje de
prevención y disuasión, con el fin de recordar a las personas el uso
obligatorio y correcto del tapabocas.
“Las cámaras de video están capacitadas para hacer un análisis del
rostro de las personas e identificar a quienes no portan la mascarilla, de esta
forma, la solución puede hacer una doble función enviando un mensaje de alerta
a través de los altavoces y a su vez, dar aviso al personal encargado de que
esta medida sea cumplida, lo que aporta un beneficio clave al cumplimiento de
los protocolos de sanidad”.
Por otro lado, la pandemia está exacerbando los desafíos geopolíticos y
sociales en curso, la crisis del cambio climático recobró en 2021 gran
relevancia para las organizaciones mundiales, por ejemplo, en el Informe Global
de Riesgos (2021), publicado por el Foro Económico Mundial, se afirma que se
necesitan enfoques más innovadores y colaborativos para la resiliencia en las
ciudades y ayudar a disminuir los impactos que el virus está dejando en el
cambio climático.
Este año es la antesala para la reintegración de las ciudades y con
esto, los efectos del cambio climático son una necesidad a resolver. Alejandro
Aguirre apunta que “la vigilancia en las ciudades ya ha permitido monitorear
los cambios en el clima, la contaminación, y los niveles de ruido, pues están
diseñadas para que resulte más fácil supervisar los datos más importantes para
las ciudades. Estas soluciones generan alertas instantáneas que permiten
analizar cada situación y tomar medidas inmediatas. Además, permiten utilizar
la información histórica y en tiempo real para investigar las causas y los
efectos a corto y largo plazo.”
Una de las grandes ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías para
garantizar el bienestar de los ciudadanos, es la mejora en la distribución de
seguridad y atención al delito. Hoy en día existen cámaras que pueden facilitar
muchas de las tareas, que, en conjunto con analíticas de video, permiten la
identificación de rostros, matrículas y seguimiento a casos delictivos de
manera eficiente. También ofrecen la posibilidad de maximizar la visión en
condiciones de poca luz, vigilar áreas restringidas de manera automatizada,
además de una fácil integración con otras soluciones como el audio en red.
“Si bien es cierto que cada ciudad es diferente y tiene necesidades de
ingeniería y control distintas, la amplia gama de soluciones en el mercado
tiene una respuesta a todos los retos de seguridad y eficiencia operativa,
además, la gran versatilidad de las soluciones de video, permite su aplicación
en diferentes sectores, pues generan un cambio paulatino con muchos beneficios
para el desarrollo y la resiliencia en las ciudades”, comentó Luis Ortega,
Director General de Connect Advance.
A partir de 2020 se ha mostrado un despliegue sin precedentes de
iniciativas inherentes al uso de tecnologías como la videovigilancia para
desarrollar las actividades cotidianas, sin embargo, el reto principal está
enfocado en cómo acercar más al ciudadano al dinamismo que una ciudad exige.
Por ello es importante que las estrategias de mejora en las ciudades contemplen
llevarlas a una nueva etapa. Las áreas más importantes en esta tarea son la
optimización de la seguridad sanitaria, la agilización de la movilidad urbana,
los impactos medioambientales y la seguridad de las personas. Ante este
panorama, la videovigilancia en red en conjunto con análisis inteligente se ha
posicionado como un nuevo paradigma con el fin de convertir a las urbes en
ciudades preparadas para adaptarse a los desafíos.
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