Imagen: Axis Communications – 2021
Con el desarrollo tecnológico muchas definiciones han surgido en torno
a “qué es una ciudad inteligente”. En la actualidad hay muchos factores
potenciales que pueden hacer que una ciudad sea "inteligente", sin
embargo, no existe una definición universalmente aceptada pues varía
dependiendo de la región, su nivel de desarrollo, voluntad de cambio,
políticas, recursos y aspiraciones de los habitantes. Se podría decir que el
factor común entre todos los proyectos de ciudades inteligentes del mundo está
en su objetivo final: la habitabilidad de sus ciudadanos, y en eso, los
expertos de empresas como Axis han estado de acuerdo, no obstante, existen otros
factores que influyen en la esfera de las Smart Cities, como el papel crucial
de la agregación de datos en la construcción de una ciudad inteligente y cómo
los sistemas de vigilancia pueden ayudar a las ciudades a ser más inteligentes.
Sergio Zaleta, Key Account Manager en Axis Communications señaló al
respecto que cualquier ciudad que pretende adquirir el carácter de inteligente
tiene una necesidad fundamental de datos agregados para poder operar, ya que el
aspecto “inteligente” se basa en vincular una gran cantidad de información de
varias fuentes y luego darle sentido.
Por ejemplo, dispositivos como cámaras de red pueden recopilar
información visual y de audio, que luego se pueden emparejar con sensores
especializados que miden condiciones ambientales como la calidad del aire y
generar estrategias de mejora. No obstante, uno de los principales desafíos de
la construcción de una ciudad inteligente es reunir estos datos, ya que a
menudo requiere romper la línea que divide a cada departamento de la ciudad,
dijo el experto. Ya que una ciudad no será inteligente únicamente por tener una
instalación de cámaras de video, hace falta una integración que coexista con
los diferentes servicios públicos y con otros sistemas en red que en conjunto tenga
beneficios como:
1. Eficiencia en los servicios: se trata de optimizar el uso de los
recursos públicos para brindar un mejor servicio al ciudadano, tales aspectos
pueden ir desde acortar los tiempos de respuestas ante incidentes como la
gestión de los espacios públicos. Las cámaras de red equipadas con software de
análisis de video pueden ayudar de dos maneras: facilitando la detección de
peligros potenciales y el reconocimiento de falsas alarmas, sin dejar de lado
la sensación de seguridad y experiencia de las personas. En el caso de un
incidente, pueden alertar a los servicios de emergencia o las autoridades en
tiempo real, además proporcionan detalles cruciales de la escena. Esto permite,
por ejemplo, que un servicio de ambulancias evalúe la situación y esté
completamente preparado para abordarla de manera adecuada.
La videovigilancia ha dado un paso más allá de las cámaras fijas
instaladas en los sistemas de seguridad ciudadana, también pueden provenir de
dispositivos como cámaras corporales para los guardias de seguridad, que ya han
sido una tendencia muy importante en otros países.
2. Mejora de la movilidad: Las ciudades inteligentes utilizan sistemas
de vigilancia para mejorar la gestión del tráfico y la movilidad urbana,
haciendo que las calles sean más seguras y eficientes para todos los usuarios.
La videovigilancia, junto con el análisis de video, es una herramienta clave
para monitorear las redes de carreteras, las intersecciones y cómo se mueven
las personas en la ciudad. Proporciona una vista en tiempo real del flujo de
tráfico y los incidentes, incluidos los accidentes y la gestión de multitudes,
que pueden interrumpir el flujo libre de movimientos en la ciudad.
3. Crecimiento económico: Un beneficio muy importante de las ciudades
inteligentes es la reducción de los costos de diversos servicios, lo cual se
puede lograr mediante la información recopilada a
través de cámaras y sensores pues permiten desarrollar una estrategia
preventiva que reduzca los costos a largo plazo, liberando nuevos fondos que se
pueden utilizar para mejorar la ciudad.
4. Desarrollo de la ciudad: Los proyectos de ciudades inteligentes
están ganando terreno a nivel mundial, atrayendo nuevos interesados y sus
fondos a las áreas urbanas que implementan estas iniciativas. Además de los
nuevos recursos, las ciudades inteligentes pueden esperar que su imagen mejore,
ya que el público comienza a percibirlas como más seguras, sostenibles y más
fáciles de vivir.
Las ciudades inteligentes no se desarrollan de la noche a la mañana.
Puede tomar años y muchos recursos solo para romper los silos de datos y
finalmente acceder al tipo de información clave en la que se basa cada proyecto
de ciudad inteligente. Zaleta, señala que un aspecto clave para su éxito es la
colaboración de diferentes departamentos necesaria para optimizar los procesos
y la eficiencia en las ciudades. A medida que continúa el desarrollo de las
ciudades inteligentes, también lo hace el desarrollo de la tecnología en sí,
desde dispositivos IoT más avanzados, arquitectura abierta hasta cámaras
multisensores. Con eso en mente, las autoridades deben considerar el ROI de
estos sistemas, ya que la inversión en la cámara adecuada hoy admitirá
múltiples casos de uso para las necesidades del futuro.
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