Una de cada cinco personas (22%) optaría por mejorar su inteligencia o
su capacidad intelectual con la ayuda de la tecnología si tuvieran la
posibilidad; adicionalmente, 52% de las personas consideran que es
"completamente" o "bastante" aceptable utilizar técnicas de
Human Augmentation para mejorar la capacidad de aprendizaje de los niños en el
colegio. Esta es una de las conclusiones que arroja una encuesta realizada por
Kaspersky sobre la percepción en torno a esta tendencia disruptiva. El concepto de Human Augmentation hace referencia a la mejora física
del cuerpo humano mediante el uso de la tecnología, por ejemplo, insertando un
chip en el cerebro para que funcione más rápidamente y acceda a una amplia gama
de información de forma instantánea desde Internet. Curiosamente, el interés por aumentar la capacidad cerebral es más alto
entre las personas de 18 a 34 años de edad (27%); disminuye a 22% entre la
población de 35 a 54 años y cae a 17% para las personas mayores de 55 años. En
cuanto a género, las mujeres (23%) son ligeramente más proclives a mejorar su
potencial cerebral e inteligencia que los hombres (22%). El estudio, realizado entre 14.500 adultos de 16 países, reveló que más
de la mitad de las personas (63%) consideraría la posibilidad de aumentar su
cuerpo con tecnología para mejorarlo, ya sea de forma permanente o temporal.
Algunos encuestados incluso expresaron el deseo de conectar teléfonos
inteligentes a sus cuerpos y casi la mitad de las personas consultadas (49%)
cree que es "completamente" o "mayormente" aceptable
aprovechar el Human Augmentation para hacer que las personas sean más
inteligentes en general. "La seguridad será una preocupación clave a medida que se
desarrolle el Human Augmentation. Existe el riesgo de que esta tecnología
avance fuera del control de los gobiernos u otros organismos reguladores, lo
que es potencialmente peligroso para la humanidad. Es algo a lo que debemos
prestar mucha atención a medida que se desarrolla. Por ejemplo, en Kaspersky,
investigamos previamente cómo los chips implantados en el cerebro podían ser
utilizados por actores maliciosos para hackear y luego explotar la memoria de
un individuo. El aumento del cerebro abre una gama verdaderamente asombrosa de
potenciales amenazas cibernéticas", señala Marco Preuss, director del
Equipo de Investigación y Análisis para Europa en para Kaspersky. El concepto de Human Augmentation también tiene amplias repercusiones
en la sociedad, especialmente en la educación y el trabajo. Algunos destacados
pensadores tecnológicos sugieren que los chips implantados en el cerebro
podrían ayudar a abordar los problemas de salud mental y aumentar el
rendimiento. Sin embargo, el aumento de la inteligencia y la capacidad cerebral
plantea todo tipo de cuestiones éticas y prácticas:
¿Es seguro desde el punto de vista de la salud?
¿Es ético? Por ejemplo, ¿deberían los padres permitir que se mejore el
cerebro de sus hijos para darles mayor ventaja en el colegio?
¿Aportará a las personas una ventaja injusta en el trabajo y, por lo
tanto, creará una brecha digital aún mayor?
La mayoría de los encuestados desean el Human Augmentation por el bien
de la humanidad, y más de la mitad (el 53%) afirma que debería utilizarse para
mejorar la calidad de vida.
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