Imagen: Daily Sabah – 2020
El 2020 ha sido, definitivamente, un año atípico en todos los sentidos.
El sector económico se ha visto fuertemente comprometido y ha tenido que
sortear todo tipo de obstáculos para mantenerse a flote, aún en las condiciones
más difíciles y menos aptas para el crecimiento del país en este aspecto. A lo
anterior se suman los recientes fenómenos meteorológicos que han causado graves
desastres en diferentes zonas del país.
Lo anterior ha generado necesidades importantes a nivel poblacional que
impactarán de manera directa en la necesidad de contar con importantes
inversiones para recuperar el sector empresarial y, con este, la
infraestructura en uno de los momentos más difíciles en la historia Colombiana.
En un panorama en donde en el tercer trimestre del año, según el DANE,
el PIB decreció en 9 puntos porcentuales; las exportaciones en septiembre
disminuyeron en un 23.5% respecto de las realizadas con corte al mismo periodo
del año 2019; y las importaciones, en los periodos de enero a septiembre,
llegaron a USD$29.794 millones, en tanto que, para el mismo periodo del año
2019, su monto ascendía a USD$37.707 millones; contemplar el tema tributario y
una reforma al mismo se convierte en una posibilidad para mitigar en cierta
forma la crítica situación actual.
“La situación actual amerita una reforma tributaria con alto potencial
recaudatorio, pero no debe olvidarse que, el marco dentro del cual se mueven
estas herramientas, siempre estará limitado por la capacidad contributiva de
sus destinatarios” afirmó Natalia Guerrero, socia de CMS Rodríguez-Azuero. Es
importante tener en cuenta que, esta posibilidad, aparece en un momento en el
que los niveles de desempleo y endeudamiento en Colombia hacen muy difícil que
las medidas de recaudo que se adopten impacten directamente sobre la
tributación de los individuos pero, “es, también, inviable seguir acudiendo al
endeudamiento como fuente de financiación del Presupuesto General de la Nación”
sostuvo la abogada.
¿Qué se debería tener en cuenta para esta reforma?
La próxima reforma tributaria debería tener como objetivo producir un
incremento sustancial en el recaudo; lo cual es algo medianamente positivo si
se tiene en cuenta que el fortalecimiento de las industrias nacionales es un
punto clave para su consecución.
También es clave contemplar la ampliación de la base poblacional
sometida al impuesto de renta y la tributación de pensiones, a partir de
ingresos medios y con tarifas progresivas; generalizar el impuesto sobre las
ventas para bienes y servicios; proteger a sectores en auge que demuestran
aumento en contratación de mano de obra y en sus ingresos; conservar las
tarifas nominales del impuesto de renta para personas naturales y jurídicas;
expedir reglas de tributación para negocios basados en criptoactivos; entre
otras.
“La recuperación de la economía y de los niveles de tributación
requerirán de varios periodos y dependerán, en el caso colombiano, no solo del
esfuerzo local y del éxito de las políticas internas de robustecimiento de la
industria nacional, sino que, estará condicionado en alguna medida a los
niveles de recuperación de los países de destino de las exportaciones, así que
la proyección aún es incierta y tendrá que hacerse una evaluación del
comportamiento de manera progresiva” concluyó Guerrero.
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