Luego de cursar los debates en Comisiones Terceras Conjuntas de Senado
y Cámara, en plenaria de la Cámara de Representantes y hoy en plenaria del
Senado de la República, fue aprobada la Ley de Emprendimiento, que con cinco
ejes principales configura el marco regulatorio moderno, incluyente y necesario
para la creación y desarrollo de nuevos emprendimientos y empresas.
La Ley de Emprendimiento será el principal habilitador para que la
Política Nacional de Emprendimiento, aprobada el pasado 30 de noviembre, sea
una realidad. Además, es parte esencial del Plan Nacional de Desarrollo
2018-2022, que define el emprendimiento como parte de la fórmula para lograr
mayor equidad. Con ello, Colombia se convierte en un referente a nivel
regional, como una nación que, a través de una política pública actualizada,
impulsa la transformación de su ecosistema emprendedor.
“Sin duda, la nueva Ley impulsará a las mipymes y establecerá un marco
de regulación que propicie el emprendimiento y el crecimiento, así como la
consolidación y sostenibilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas, con
el objetivo de aumentar el bienestar social y, en efecto, generar equidad”,
sostuvo el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo.
Tanto la Ley como el Conpes van dirigidos a todos los tipos de
emprendimientos del país, conectando la política social para la generación de
ingresos, con la de desarrollo empresarial para la generación de riqueza,
apuntando así a la reactivación del ciclo virtuoso del crecimiento y a aumentos
en la productividad.
“La Ley es una herramienta fundamental dentro del Compromiso por
Colombia que el Gobierno del presidente Iván Duque ha adquirido con la
reactivación de las regiones y los diferentes sectores económicos. Con su aprobación,
se logra un consenso nacional que permite consolidar al emprendimiento como uno
de los pilares de la reactivación”, afirmó Ignacio Gaitán, presidente de
iNNpulsa Colombia.
La Política Nacional de Emprendimiento aborda su accionar en cinco grandes
ejes: habilidades y cultura emprendedora, acceso y sofisticación de la
financiación, redes y comercialización, tecnología e innovación en los
emprendimientos, y arquitectura institucional.
Por su parte, la Ley está diseñada también en cinco ejes principales
que apuntan a las acciones definidas en el Conpes: tarifas diferenciadas y
simplificación para la creación de emprendimientos, facilidades de acceso al
mercado de compras públicas para Mipymes, facilidades para la consecución de
recursos e incentivar mejores condiciones para que los emprendedores accedan a
instrumentos financieros, actualización del marco normativo alrededor de la
institucionalidad para el emprendimiento, e implementación de medidas que
logren involucrar al sistema educativo con el ecosistema de emprendimiento,
desde los primeros años de colegio y en la universidad.
El texto original de la Ley, radicado el pasado 20 de julio, fue
complementado con nuevos artículos que amplían su alcance hacia los ecosistemas
regionales y los emprendimientos sociales, los emprendimientos verdes y
aquellos que favorecen las energías limpias, así como los emprendimientos del
sector agro y los deportivos, lo cual generará un impacto positivo en las
regiones, ya que se facilitará su fortalecimiento con escalabilidad y
aceleración. Adicionalmente, también se establecieron medidas para garantizar
el acceso a recursos por parte de los emprendedores, incentivos tributarios y
un mayor alcance al componente educativo de la ley.
Desde el Gobierno Nacional están dadas las condiciones para activar los
mecanismos necesarios para que la ley se convierta en el instrumento para la
recuperación de la economía y la construcción de la Nación Emprendedora, que
impulsa la transformación de su ecosistema emprendedor a través de regulaciones
pensadas para favorecer el nacimiento, crecimiento y consolidación de
emprendimientos, incentivando así el desarrollo productivo, económico y social
del país.
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