A medida que las organizaciones en todas partes del mundo enfrentan el
reto de la resistencia durante la pandemia del Covid-19 y las compañías en
todas las industrias se redefinen para sobrevivir, esta larga crisis nos ha
enseñado que ninguna empresa es inmune y que la resiliencia, es decir, la
capacidad de adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes, se ha
convertido en el principal factor de éxito en el ambiente actual.
La tecnología es uno de los elementos clave en el camino que las
compañías y las organizaciones tienen por delante, y son cuatro las tendencias
que permanecerán: el todo a distancia, el todo digital, el empoderamiento de
los trabajadores de primera línea y la transformación digital acelerada,
incluso en las industrias reguladas. Las organizaciones que ya emprendieron su
transformación digital han podido reaccionar rápidamente ante esta crisis que
ha afectado sus industrias, cuentan con cimientos sólidos para recuperarse y
han comenzado a vislumbrar lo que el futuro podría deparar.
“En Microsoft, llevar a cabo nuestra misión de permitir lograr más a
cada persona y a cada organización del planeta nos ha dado un propósito
colectivo conforme asistimos a nuestros clientes y comunidades durante la
pandemia”, dijo Jean-Philippe Courtois, Vicepresidente Ejecutivo y Presidente
de Ventas, Marketing y Operaciones Globales. “Estamos enfocados en ayudar a
promover un crecimiento económico amplio e incluyente a través de la
combinación del poder de las tecnologías avanzadas con las ideas emprendedoras
de las organizaciones para que desarrollen sus propias capacidades digitales.
Esto es fundamental para ser ágiles y resilientes en el mundo actual”.
Las organizaciones que se fortalecieron con capacidades digitales están
construyendo cimientos sólidos para su regreso. Las tecnologías habilitadas por
la nube permiten a esas empresas contar con capacidades y herramientas
eficientes y autosuficientes para satisfacer sus necesidades y mantener
productivos a sus empleados. Con base en
ese propósito, Microsoft anunció programas gratuitos de alfabetización digital
en la región y se encuentra trabajando con los gobiernos, las ONG y las
escuelas para ayudar a los ciudadanos a desarrollar habilidades y aprovechar
las oportunidades.
Hay espacio para crecer en medio de la adversidad, como lo muestra
Boston Consulting Group
Para explorar aún más el camino por delante, Microsoft invitó a la
compañía global de consultoría en gestión Boston Consulting Group (BCG) a
presentar “The Digital Path to Business Resilience” (El camino digital hacia la
resiliencia empresarial), un estudio que analiza las estrategias digitales que
permiten a las compañías tomar ventaja en la adversidad.
El estudio, que compara a las compañías globales con las
latinoamericanas (en Argentina, Brasil, Chile y México), muestra que la madurez
digital es la que distingue a los ganadores durante la crisis del Covid-19. A
nivel mundial, los líderes digitales sufrieron un menor impacto y se
recuperaron más rápido que las compañías cuya transformación digital ha sido
lenta, los llamados rezagados digitales. Los líderes digitales ya están
operando a un nivel similar que antes de la pandemia, mientras que la
capitalización de mercado de los rezagados digitales aún se encuentra por
debajo del 9 % de los niveles previos a la crisis. En Latinoamérica, las
compañías se vieron más afectadas por la pandemia, pero la diferencia entre los
líderes y los rezagados digitales es más grande que a nivel mundial: la
capitalización de mercado de los líderes digitales latinoamericanos disminuyó
el 17 % respecto al -31 % reportado por los rezagados digitales.
Aunque las recesiones son difíciles de digerir, el estudio de BCG
muestra que también presentan oportunidades. La volatilidad competitiva, es
decir, la tasa a la cual las empresas ingresan o salen del Fortune 100 cada
año, aumenta durante las recesiones, lo que refleja una oportunidad de tomar
ventaja en la adversidad. Por ejemplo, las oportunidades de inversión tienden a
ser más económicas, y algunas compañías aprovechan las recesiones para conducir
cambios internos mayores.
Como resultado, cerca del 14 % de las compañías aumentaron tanto sus
ventas como sus márgenes de utilidad en las recesiones recientes. A pesar de
las difíciles circunstancias, estas compañías aumentaron las ventas en 14 % más
y mejoraron los márgenes en 7 % más que el 44 % de las compañías que tuvieron
caídas en ambos parámetros. Esto demuestra que, incluso en un ambiente
complicado, existe la posibilidad de que las empresas prosperen.
Para poder ubicarse entre los ganadores, las compañías necesitan
adoptar lo que BCG denomina “las seis dimensiones de la resiliencia”: 1)
Proteger e incrementar las ventas a través de una respuesta rápida a las
necesidades cambiantes de los clientes; 2) Desarrollar operaciones ágiles
mediante la identificación y gestión rápida de las disrupciones; 3) Permitir a
las personas empoderar a los empleados para trabajar y colaborar de forma
eficaz en cualquier situación; 4) Acelerar las plataformas de datos y digitales
para incrementar la disponibilidad de la infraestructura clave y tomar mejores
decisiones basadas en los datos; 5) Optimizar la ciberseguridad protegiendo los
activos digitales y estableciendo procedimientos para reaccionar rápidamente
ante las intrusiones, y, por último, 6) Fortalecer las finanzas para tener
liquidez.
BCG analizó más de 3,500 compañías en todo el mundo, incluyendo 250 en
Latinoamérica, y utilizó su Índice de Aceleración Digital para medir la
resiliencia y madurez digital en las seis dimensiones antes mencionadas. Como
se observa a continuación, las compañías latinoamericanas se encuentran a la
cabeza —superadas solo por las asiáticas—.
Debido a que la región siempre ha experimentado niveles más altos de
volatilidad, las empresas latinoamericanas son más resilientes. Tal como lo
demuestra la encuesta de BCG, el 85 % de los ejecutivos latinoamericanos
planean invertir más en su transformación digital a consecuencia del Covid-19,
lo que supone un compromiso mucho más firme respecto al 65 % de sus pares
globales. De acuerdo con el estudio de BCG, lo más probable es que esto genere
buenos resultados: cuando se realizan correctamente, estas inversiones mejoran
la resiliencia, ya que aumentan la agilidad, la estabilidad y la productividad
de la fuerza laboral, y optimizan el desempeño financiero, pues generalmente
incrementan en más del doble el valor empresarial.
En definitiva, la resiliencia será la que defina a los ganadores del
futuro. Esto no solo ayudará a las organizaciones a salir más rápido de la
tormenta actual, sino que también les permitirá tomar ventaja en la adversidad
futura, independientemente de la forma que adopte.
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