Imagen: Marketing China – 2020
Según la quinta edición de la encuesta de EY: función de Servicios de
Sustentabilidad y Cambio Climático (CCaSS) realizada a 298 inversionistas
institucionales de diversas partes del mundo, el 98% de los encuestados evalúa
el desempeño no financiero de las empresas con base en sus revelaciones
corporativas. De hecho, el 91% afirmaron que los factores sociales, ambientales
y de gobierno (ESG por sus siglas en inglés) desempeñan un papel fundamental en
la toma de decisiones de inversión, siempre y cuando estén bien sustentados.
Así mismo, el 72% de estos inversionistas afirmó que incluso lleva a
cabo evaluaciones metódicas y estructuradas en esta área, cifra que representa
un incremento con respecto al 32% de los encuestados que, en la cuarta edición
de la encuesta realizada en 2018, afirmó que aplicaba un enfoque estructurado
para realizar dicha evaluación.
Cada vez son más los inversionistas que exigen una buena rendición de
cuentas por parte de las empresas, en dónde los factores ESG representan un
principio esencial en su toma de decisiones. Los encuestados afirman que, en
los últimos 12 meses, el desempeño no financiero ha sido pieza fundamental al
momento de definir sus inversiones (91%), ya sea de manera frecuente o solo en
ocasiones, y entre este porcentaje, la cantidad de inversionistas que afirman evaluar
dicho desempeño de manera frecuente incrementó a 43%, en comparación con el 34%
que se registró en 2018.
“Ahora no solo es relevante contar con los factores de ESG, en este
momento los inversionistas están pidiendo que la información de dichos componentes
esté sustentada en estructuras de gobierno, revisiones y controles adecuados.
Las empresas que ignoren las expectativas de los inversores podrían ver un
aumento en su perfil de riesgo, lo que afectaría la capacidad de acceso al
capital”, comentó Felipe Jánica, Socio Líder de EY en Consultoría en
Contabilidad Financiera y Sostenibilidad para Latinoamérica.
El cambio climático es un tema particularmente importante en el proceso
de toma de decisiones sobre inversión, ya que el 73% de los encuestados respondió
que dedicará una parte considerable de su tiempo a evaluar las implicaciones de
los riesgos físicos del cambio climático al momento revisar la asignación y
selección de activos.
La encuesta demuestra la falta de correlación entre el enfoque que los
inversionistas le están dando a la evaluación del desempeño ESG y la
disponibilidad y solidez de información no financiera rigurosa y estandarizada
por parte de las empresas, ya que el 34% de los inversionistas afirmó no estar
satisfecho con las revelaciones sobre riesgos ambientales realizadas por
algunas organizaciones en comparación con el 20% que se registró en 2018. De
igual forma, el porcentaje de los encuestados que afirmó que las empresas no
estaban revelando debidamente los riesgos sociales y los riegos de gobierno
corporativo que podrían afectar sus modelos de negocio incrementó a 41% (en comparación
con el 21% de 2018) y a 42% (en comparación con el 16% del 2018) respectivamente.
Entre los demás desafíos señalados por los encuestados, se encuentran
la falta de información en tiempo real (41%), la falta de información sobre la
forma en la que la empresa crea valor a largo plazo (41%), la falta de
revelaciones prospectivas (37%) y la falta de enfoque en los asuntos que
realmente importan (37%).
Así pues, la investigación realizada por EY identificó que los
inversionistas están deseosos de contar con una óptica independiente para
evaluar el desempeño ESG, de hecho, el 75% de los encuestados afirmaron que
considerarían de utilidad poder contar con algún tipo de aseguramiento con
respecto a la solidez de la planeación en torno a los riesgos climáticos de las
organizaciones. También señalaron que existe la necesidad de generar confianza
en las revelaciones sobre las inversiones “ecológicas”, por lo que el 82%
afirmó que también sería de gran utilidad contar con algún tipo de
aseguramiento independiente con respecto al impacto de tales inversiones.
“Por eso, las empresas deberían tratar de establecer fuertes conexiones
entre el rendimiento financiero y no financiero, construir un enfoque más
sólido para analizar los riesgos y oportunidades del cambio climático, e
inculcar disciplina en los procesos de información no financieros y los controles
para crear confianza”, Finalizó Jánica.
En conclusión, estos hallazgos demuestran que, a los ojos de los
inversionistas, hoy más que nunca es importante abordar las amenazas
ambientales y el cambio climático. Por eso, para satisfacer las expectativas de
los inversores y garantizar que el rendimiento de los ASG desempeñe un papel
fundamental en la respuesta a largo plazo, se sugieren tres áreas que las
empresas deben considerar:
1. Conectar la
información financiera con la no financiera.
2. Estructurar un
acercamiento más robusto a las divulgaciones de riesgos relacionadas con el
clima, a medida que el mundo se acerca a un futuro descarbonizado.
3. Inculcar disciplina
en los reportes no financieros, sus procesos y controles, logrando construir
confianza en estos.
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