D2L, líder mundial en tecnología de aprendizaje, publicó el informe “El
futuro del aprendizaje a lo largo de toda la vida”, el cual hace un análisis
profundo de las habilidades que requiere la fuerza laboral actualmente, entre
las que destaca la formación continua para evitar el rezago profesional. El documento subraya que hoy en día no se abordan adecuadamente los
cambios en el universo de las habilidades esperadas. Ante estos desafíos, surge
“el aprendizaje a lo largo de toda la vida”, concepto que se define como el
afán constante, voluntario y autónomo de una persona de desarrollar
conocimientos y habilidades a lo largo de su vida, ya sea por razones
personales o profesionales. Con la educación de nivel primario y secundario como punto de partida,
este aprendizaje a lo largo de toda la vida se enfoca más en aquellas
oportunidades educativas y de capacitación a lo largo de la adultez (antes,
durante e incluso después de la etapa laboral) que conllevan resultados
específicos en materia de inserción laboral, logro profesional y crecimiento
personal. Las oportunidades del aprendizaje a lo largo de toda la vida incluyen
no solo las formas de aprendizaje formales y académicas, sino también las
informales y no estructuradas. La posibilidad de acceder a la formación continua se está volviendo un
componente cada vez más necesario del desarrollo económico de las comunidades. El informe “El futuro del aprendizaje a lo largo de toda la vida”,
responde las preguntas más importantes del tema, entre ellas: ¿cómo se
manifiesta el aprendizaje a lo largo de toda la vida en lo concreto? ¿Dónde
están los sistemas a tal fin hoy en día, y con qué finalidad se aplican? ¿Cómo
pueden adaptarse nuestros sistemas educativos, de capacitación, de empleo y de
desarrollo profesional con el fin de brindar más oportunidades para este tipo
de aprendizaje, calibradas de acuerdo con las habilidades exigidas por los
empleadores y las necesidades de los trabajadores? El documento expone dos tendencias: La población activa está cambiando de empleo o de vocación con más
frecuencia, por elección o por necesidad, y esto se debe a los avances
tecnológicos. No es tanto el logro académico lo que determina la inserción en el
mercado laboral, sino la capacidad de cada individuo de demostrar que cuenta
con las habilidades necesarias para la tarea encomendada. La pérdida progresiva de valor de las habilidades duras hace que una
persona deba actualizar sus habilidades o desarrollar otras completamente
nuevas a lo largo de su carrera, para evitar quedarse afuera del mercado
laboral. Una de las conclusiones de la edición 2018 del informe The Future of
Jobs, sobre el futuro del trabajo, elaborado por el Foro Económico Mundial, es
que “todos tendremos que convertirnos en alumnos de por vida”. De acuerdo con el McKinsey Global Institute, en términos
macroeconómicos, hasta 375 millones de trabajadores a nivel mundial —o sea, el
14 % de la fuerza laboral— puede encontrarse ante la necesidad de cambiar de
trabajo y aprender nuevas competencias para el 2030. El porcentaje es muy
superior en las economías desarrolladas, afectando hasta un tercio de la fuerza
laboral en los Estados Unidos y Alemania, y casi la mitad en Japón. Por su parte, una encuesta mundial sobre recursos humanos, realizada en
2019 por Deloitte entre 10,000 líderes de diferentes países y sectores,
identificó el aprendizaje como la principal necesidad organizacional, por sobre
el liderazgo, el acceso al talento humano, y otras problemáticas urgentes. Tan solo una pequeña minoría (11 %) de los adultos en edad laboral de
los países miembros de la OCDE dicen que desean capacitarse pero no pueden, por
falta de tiempo, de fondos, de apoyo de su empleador, o por razones familiares.
Y aun así, casi la mitad refiere no haber recibido capacitación alguna en todo
un año, y no manifiesta ningún deseo de acceder a ella. El actual panorama del aprendizaje a lo largo de toda la vida se
caracteriza, por un lado, por una fuerte demanda entre los integrantes de la
población activa y, por el otro, por fallas en términos de participación y
motivación de los alumnos de edad adulta (en particular, los menos
calificados). Hay carencias de disponibilidad, calidad y afinidad con las
exigencias del mercado laboral y las necesidades de los empleadores. D2L cree que el futuro habrá de exigir una “vida permeada por el
aprendizaje”,caracterizada por una
constante inclinación a aprender, y por la presencia de oportunidades
intensivas y puntuales de adquirir conocimientos integradas en el tejido cotidiano
de la vida, con el fin de preparar a las personaspara carreras profesionales exitosas y
experiencias de vida plenas. El informe “El futuro del aprendizaje a lo largo de toda la vida” está
disponible para su consulta y descarga de manera gratuita en https://www.d2l.com/es/recursos/informes/el-futuro-del-aprendizaje-a-lo-largo-de-toda-la-vida/
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