El sector educativo es uno de los que más cambios ha sufrido como consecuencia de la pandemia por el COVID-19. A nivel de Transformación Digital su evolución fue exponencial. En 6 meses diversas instituciones implementaron medidas que se tenían planeadas para realizarse en 5 años. En ello coinciden los ponentes de la tercera edición de Get to Know Panduit Online Summit, enfocado en tecnologías aplicadas a la educación en Latinoamérica.
- Asimilar e interpretar los datos tecnológicos que se generan día a día y tomar decisiones con base en el análisis de los mismos, para conocer mejor las necesidades de estudiantes y profesores.
- Implementar medidas para garantizar la ciberseguridad de alumnos y docentes. Sobre todo, en cuanto al manejo y protección de datos personales.
- Instruir a docentes, colaboradores y estudiantes en el uso de nuevas tecnologías para utilizarlas de la forma adecuada y segura. “El 70% de los docentes no estaban habituados a utilizar plataformas digitales para impartir clases, por lo cual, el primer paso de las universidades fue apoyar a sus colaboradores para adoptar las nuevas tecnologías y mantener el nivel educativo óptimo para el aprendizaje de los estudiantes.” explica Miguel Rivera, Gerente Comercial para la Región Centro, Sur y Sureste de México, en Panduit.
- Invertir en infraestructura física. Esta soporta todos los dispositivos conectados a la red y garantiza el correcto intercambio de datos. “Debido a la situación actual, las instituciones educativas se dieron cuenta de la importancia de contar con una infraestructura robusta que permita que todo funcione de manera correcta: sin retrasos o interferencias. En este proceso se tuvieron que revisar centros de datos y realizar inversiones en tecnología para asegurar la continuidad operativa”, comenta, Jorge Bleizeffer, Gerente Comercial de Panduit.
- Inversión en videovigilancia. De acuerdo con Ignacio Cabañas, Gerente de Desarrollo de Negocios de Axis Communications, “debido a que los campus se encuentran sin asistencia de estudiantes y con poco aforo de personal administrativo, para las instituciones educativas ha sido muy importante mantener sus instalaciones seguras y vigiladas.
- Mayor flexibilidad en los sistemas de enseñanza. Debido a las situaciones que presenta el mundo actual, se desdibujará progresivamente la línea que separa la educación a distancia de la educación presencial y existirán modelos híbridos adecuados para cada estudiante y carrera.
- Educación y experiencia personalizada. Los estudiantes y aspirantes se mantendrán en busca de cursos, talleres, diplomados y formatos educativos, como los On-Demand, que se ajusten a sus necesidades formativas.
- Aulas especializadas. Las aulas del futuro serán una realidad y se volverán parte esencial de los campus. “Las Universidades deben invertir en digitalización para cerrar definitivamente la brecha digital. Las aulas del futuro plantean modelos interactivos, con dispositivos touchless y sistemas audiovisuales colaborativos, entre otros”, asegura Esteban Pérez, Director de Desarrollo de Negocios de Atlona.
- Implementación de software de simulación. Objetivo: permitir a los estudiantes tener una educación con base en las situaciones reales que enfrentarán en el mundo laboral.
- Perfeccionamiento en la producción de clases. A decir de los expertos, las clases del futuro más que prepararse se deberán producir con recursos audiovisuales, los cuales deberán ser observados por equipos legales y de protección a la propiedad intelectual. Con esto se buscará que, además de crear contenidos que estimulen el aprendizaje de los alumnos, se contribuya a la generación de toda una experiencia de enseñanza.
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