Imagen: Axity – 2020
Los últimos meses han determinado un antes y un
después para Colombia y el mundo en todos los aspectos. Si bien los sectores
empresariales han tenido que enfrentarse ante fuerzas externas imprevistas, el
sector educativo no es la excepción. Este último ha tenido que transformarse de
forma acelerada y construir bases de resiliencia para no frenar los procesos de
aprendizaje de las diferentes instituciones.
Muchos centros educativos, colegios y universidades
lograron actuar rápido y tomar medidas para continuar brindando educación de
calidad. Ahora la pregunta es: ¿qué viene para el sector educativo? Sin duda,
la tecnología como aliada ha permitido una gran aceleración para que los
estudiantes, profesores e instituciones entiendan y experimenten que la
transformación digital es una realidad y que es posible. Cifras del MinTic
revelan que al menos el 44% de los colombianos han estimulado la educación
virtual.
‘En el pasado, muchos presentaron un gran
escepticismo digital ante los retos, propuestas y desafíos que imponía
adaptarse a una educación virtual o al concepto de ‘Smart Education’. Hoy por
hoy, se ha comprendido que sin la transformación digital, continuar con los
procesos durante el confinamiento hubiera sido más difícil. En definitiva, la
academia dejará de ser 100% presencial; la nueva normalidad encaminará a la
adopción de modelos más híbridos, digitales e inteligentes para consolidar una
educación resiliente’, asegura Erick H. Cepeda Diaz, Managing Director de Axity
Colombia.
Por su parte, los directivos y docentes han tenido
que ajustar a sus portafolios académicos la virtualización para eliminar las
barreras de acceso a la tecnología, revolucionando la forma de educar,
permitiendo estudiar y trabajar desde cualquier lugar y dispositivo, cumpliendo
con modelos de calidad, generando nuevos hábitos de estudio y descubriendo
nuevos entornos de aprendizaje. Herramientas como Cisco Webex, entre otras
aplicaciones existentes en este progreso digital y que funcionan a través del
internet de las cosas (IoT), posibilitan la optimización de recursos e
información y la reducción de costos. De allí, deriva la efectividad para proporcionar
nuevas experiencias de estudios.
Si se da una mirada a corto plazo, el desafío del
próximo semestre es evitar la deserción de los estudiantes. Para ello, es
necesario una transformación digital por medio de herramientas tecnológicas a
través de softwares especializados que permitan habilitar escenarios de
disrupción, aprovechar la información, mejorar la confluencia tecnológica y
evitar inconvenientes como la pérdida de información por daño de dispositivos y
despliegue de virus informáticos.
“La transformación tiene que ser adaptable y ágil.
El portafolio de soluciones digitales de compañías como Cisco nos permiten
generar mucho más contenido para habituarnos a este sistema, proporcionar
variabilidad en las clases, tener conocimiento de la experiencia de las
personas, eficiencia en el uso y creación de espacios colaborativos, asegurar
altos niveles de asistencia y muchos más beneficios para estar a la altura de
este constante cambio de la realidad social que vivimos”, explica Cepeda.
A largo plazo, se implementarán las clases semi
presenciales, clases virtuales y soluciones mixtas, continuando la educación
presencial a través de aplicaciones y herramientas que permitan brindar
espacios de trabajo y aprendizaje unificados, personalizados y seguros, como
una nube de red segura e híbrida, virtualización de escritorios, Machine
Learning, Inteligencia Artificial y Asistentes Virtuales.
Indudablemente ser docente y estudiante virtual
requiere de habilidades distintas a las que necesitarían en un contexto
presencial; por lo cual las dos partes deben adaptarse a esta modalidad
recurriendo a herramientas tecnológicas factibles de usar y entender para que
ese mundo de enseñanza sea efectivo. De igual manera, es fundamental abrir
espacios de conferencias o cursos en línea sobre el manejo de las soluciones
virtuales, pues si bien todos actualmente están adaptándose a la tan hablada
transformación digital, no se pueden generar ambientes de incertidumbre, sino
por el contrario, debe ser una prioridad enseñar a los usuarios cómo aprender,
educar, y trabajar de forma remota.
Así las cosas, uno de los mayores aprendizajes que
ha dejado el confinamiento, será que todo espacio de educación tiene que buscar
lograr el bienestar de todos los involucrados para que puedan lograr su máximo
potencial. Es esencial que los líderes de las instituciones reconozcan las
dificultades y necesidades que enfrentan los estudiantes y docentes, pues la
educación híbrida es posible para todos, sin embargo, es importante evaluar el
nivel de adaptación y de desarrollo personal de cada uno frente a la
virtualidad y digitalización.
Esto a su vez, abre las puertas, no solo para
ofrecer educación superior de calidad sino que permite consolidar y formar
estudiantes, docentes e instituciones digitales 100% vinculados a las
Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TICS).
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